Transigrafias

 Transigrafías

Desarmando la realidad en cualquier lugar de nuestro recorrido cotidiano podemos encontrar hasta en lo que para la mayoría de las personas es insignificante, si abrimos nuestros ojos y conectamos nuestra alma de artista nos podemos dar cuenta de que alrededor de nosotros todo puede ser transformado en una pieza artística, lo importante es estar siempre atentos y con esa capacidad de maravillarnos con todo, una hoja, el cielo, las líneas de las veredas y las grietas del cemento desde donde emergen las flores y hojas, las personas que se aparecen en nuestro deambular , todo puede ser transformado y otorgarle un nuevo significado.

 Transigrafiar es “transitar colectivamente a    través de un espacio con la finalidad de una  representación visual posterior. Creación gráfica a partir de la interpretación y el conocimiento producido durante el acto de caminar".

La acción de caminar se revela como un medio de conocimiento y representación individual o colectiva
que relaciona al paseante con el lugar de una forma que va más allá del propio
desplazamiento por un espacio concreto, construyendo una interacción vívida con el
territorio.

(Rodríguez Sánchez, Carlos Javier (2015). Transigrafías. Caminar como práctica artístico-pedagógica.URBS. Revista de Estudios Urbanos y Ciencias Sociales.))

Esa mañana 

 Nos reunimos por primera vez  de manera presencial como taller de expresión gráfica, era ambiente de expectación y me sentía un poco nervioso, tanto tiempo encerrado en mi pequeña habitación que uso de taller y ahora nos encontrábamos, al fin conocíamos al profesor de cuerpo completo y él igual se asombraba al vernos, ya no éramos solo rostros o letras tras una pantalla, el mundo se abría ante nuestros ojos, con lxs compañerxs ya nos habíamos reunido anteriormente, pero en esta ocasión las palabras de bienvenida y la invitación a un recorrido, un viaje donde el paisaje y la mirada nos llevarían a una experiencia que en lo personal, yo sentí en aquel instante, ahí  reunidos en el patio de la universidad que era uno de aquellas vivencias que quedan para siempre  grabadas en la memoria.

Fue extraño y grato de pronto observar como nos íbamos acercando a la playa, quienes, tuvimos que pasar muchos meses encerrados, sin conocer a nadie en persona, con la incertidumbre de no saber cuando podríamos al fin reunirnos y ahí estábamos, sonriendo y mirándonos a los ojos, observando nuestras expresiones y gestos y compartiendo nuestras experiencias y haciendo lo que más nos gusta.

Surgió aquello tiempo había esperado, compartir el espacio, intercambiar ideas, hasta los detalles más mínimos, mostrar nuestros dibujos, prestarnos algún material, dar algún consejo, pedir ayuda en algo, aprender mirando y sobre todo sentir el compañerismo, eso me llenó el corazón, ya no estaba solo frente a una pantalla.